Claudio de Zuloaga, Osvaldo Angel Pérez Mayo, Gustavo Alejandro Costa, Ricardo Speranza, Alberto Alfie, Daniel Deluso, Marcelo Robi, Mauro Baliño, Nabel Colque, Camila Olivera, Adrian Bielecky.

Resumen. Es bien conocido que el BCRI es responsable de una disincronía de la activación eléctrica intraventricular, responsable de grados diferentes de insuficiencia cardíaca, sin embargo es poco conocido lo que sucede con la sincronía intraventricular en los demás trastornos de conducción e incluso en pacientes con QRS angosto.
Material y Método. Fueron estudiados 275 pacientes que concurrieron a la consulta cardiológica por diferentes razones. El 45% de esta población fueron mujeres y la edad promedio fue de 45 ± 31 (2 días a 93 años). En todos ellos se realizó un estudio de sincronía eléctrica intra e interventricular con el sistema Synchromax® mediante análisis espectral del ECG de 12 derivaciones estándar y la correlación cruzada de DII (séptum IV derecho) y V6 (pared lateral del VI) con el análisis de tiempo de máxima activación ventricular, dirección y volumen del flujo de activación y duración del QRS. Con estos valores se confeccionó un índice matemático llamado índice de Sincronía Eléctrica (ISE) donde se consideró normal un valor entre 0 y 0,4 , disincronía moderada entre 0,4 y 0,7 y severa más de 0,7.
Resultados. De 76 pacientes con QRS normal solo 2,6% tenían disincronía significativa, mientras el 84 % tenían activación normal. En los pacientes con BCRD el 76 % tuvo activación sincrónica binventricular y solo un 4 % fue muy asincrónica pudiendo compararse con los hallazgos de los pacientes con QRS angosto (p= > 0,5) De 66 pacientes con BCRI el 82 % mostro disincronía moderada a severa, mientras que en el HBIA se observó un alto porcentaje de disincronías severas (54 %) y solo el 8,3% tuvo un ISE normal. La asociación de BCRD+HBIA o HBIP resultó ser tan desincronizante como el BCRI siendo la comparación de sus índices muy similares (p>0,5 )
Conclusiones. Este estudio permite aseverar que no solo el BCRI produce disincronías de la activación interventricular, la asociación de BCRD con hemibloqueos, genera una marcada disincronía aunque no por retraso en la activación de la pared lateral del VI cual sucede en el BCRI, sino por direcciones opuestas de flujo de activación, por lo cual, la TRC tradicional en los BCRD asociados a Hemibloqueos nunca podría mejorar la evolución de estos pacientes con insuficiencia cardíaca pues no corrige el defecto de activación propio de estos pacientes. Los HBIA mostraron incidencia importante de ISE anormales aunque el impacto clínico no es muy significativo pues no produce desacoplamientos VD-VI como sucede en el BCRI. Aquellos con QRS normal, tuvieron mayoritariamente actividad ventricular sincrónica, pero un pequeño porcentaje de ellos exhibe una marcada anomalía en la activación ventricular, vinculada a la cardiopatía de base.

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